Viaje a la República de los Libros

Con un gesto abierto hacia la comunidad, a la Universidad le toca en el corazón mismo de su misión -de su origen y razón de ser- vivificar el pensamiento lúcido, con la memoria y la imaginación. El historiado Luis González y Gonzaléz pensaba en el Alma Mater como un gran centro de producción y de difusión del conocimiento.

Para la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco (UJAT), la publicación del libro Viaje a la república de los libros. Un acercamiento a la colección especial Francisco J. Santamaría, significa emprender una aventura humana hacia la claridad de un pensamiento, es decir de una inteligencia americana. 

Alfonso Reyes en 1936 expresaba: "podemos hablar de la inteligencia americana, su visión de la vida y su acción en la vida." Y desde entonces, afirmaba con certeza, "hoy por hoy, existe ya una humanidad americana característica, existe un espíritu americano." En nuestro país, este pensamiento, este espíritu se fue gestando desde tiempo inmemorial a través de los siglos. Para el propio Alfonso Reyes, "Cincuenta años después de la conquista española, es decir a primera generación, encontramos ya en México un modo de ser americano."

Francisco J. Santamaría es sin duda un dilecto representante de la inteligencia americana. Este tabasqueño ilustre, educado en las décadas fronterizas del primer centenario de la Independencia mexicana, forjó su pensamiento y realizó su actuación a lo largo de su horizonte existencial (1889-1963) durante los últimos años del porfiriato, las transformaciones de la Revolución Social Mexicana y la institucionalización de su régimen político. 

Si el amplio abanico de la actuación de Francisco J. Santamaría - "su acción en la vida" - se expresó en notables intervenciones en el magisterio, la academia, el derecho y la política, su pensamiento - "su visión de la vida" - se encausó en una indeclinable vocación de filólogo, lingüista, bibliógrafo e historiador, plasmada en las tres vastas colecciones que atesoró durante su existencia, de las cuales donó una porción sustantiva de la última a la Universidad Juárez de Tabasco en 1959.

Dicho valioso acervo bibliográfico integra la colección especial Francisco J. Santamaría y constituye el motivo de esta publicación.